Sacado de la ciencia ficción: 200 personas congeladas esperan volver a la vida cuando la tecnología avance lo suficiente

En un mundo donde la ciencia y la tecnología se entrelazan constantemente, hay personas que han tomado la audaz decisión de elegir la criogenia como un camino para prolongar sus vidas o curar sus enfermedades en el futuro.

Estos individuos, con una fe inquebrantable en el potencial de la ciencia, han optado por someterse a un proceso criogénico, donde sus cuerpos o cerebros son preservados a temperaturas extremadamente bajas, en espera de un despertar en tiempos venideros cuando la tecnología haya avanzado lo suficiente para tener una “segunda vida”.

Una compañía que busca prolongar la vida gracias a la criogenia

En las instalaciones de la Fundación Alcor Life Extension, ubicadas en Arizona (USA), un grupo de personas como científicos, famosos, millonarios y hasta mascotas permanecen congelados en criogenia a menos de -100°C esperando que en los próximos años o décadas la tecnología y la ciencia pueda devolverlos a la vida de forma segura.

Quienes fueron criogenizados llegaron a un punto en el que la medicina ya no podía hacer nada para curarlos de sus males, y no tuvieron mejor alternativa que “dormir” hasta que haya una cura y tengan una segunda oportunidad para vivir, mientras que otras personas simplemente quieren “hacer una pausa” en sus vidas actuales y despertar en unas décadas para ver cómo cambió el mundo.

A pesara de todo ello, la empresa señala y recalca que se trata de un experimento, y que no existe la seguridad de que en un futuro los puedan “revivir”. Sin duda un riesgo que muchos están dispuestos a correr.

Hombre frente a tanques de criogenia
Instalaciones de Alcor Life Extension Foundation donde se pueden observar algunas de sus cápsulas. Créditos: Alcor Life Extension Foundation.

La criogenia, una arriesgada y controversial forma de “alargar” la vida

La criónica es una técnica que busca preservar los cuerpos de las personas después de la muerte, con el objetivo de permitir su resurrección ya sea para seguir viviendo o curar sus enfermedades en el futuro. Aunque todavía se considera una técnica experimental, ha evolucionado mucho desde su inicio en la década de 1960, y actualmente cuenta con un número creciente de seguidores.

El proceso de criopreservación implica enfriar el cuerpo de la persona a temperaturas extremadamente bajas, generalmente utilizando nitrógeno líquido. Durante este proceso, se utiliza una solución especial para proteger los tejidos del daño causado por la congelación. Los cuerpos son luego almacenados en tanques criogénicos.

La criónica se basa en la idea de que en el futuro, la tecnología médica será lo suficientemente avanzada como para permitir la resurrección, rejuvenecimiento y tratamiento médico de los cuerpos criopreservados.

Aunque todavía hay muchas incertidumbres en torno a la viabilidad de esta técnica, los defensores creen que es una forma de alargar la vida y dar a las personas una segunda oportunidad. A pesar de la controversia, los avances en la tecnología médica y la ciencia han hecho posible una mejor comprensión de los procesos de congelación y descongelación.

A medida que la tecnología sigue avanzando, la criónica podría eventualmente convertirse en una opción viable para aquellos que buscan alargar su vida o dar una segunda oportunidad a sus cuerpos después de la muerte.

Personas dentro de cápsulas criogénicas de vidrio, ciencia ficción
Representación ficticia del proceso de criogenia humana. Créditos a su autor.

Pero, ¿qué elementos químicos se usan en criogenia?

El elemento químico más comúnmente utilizado en la criogenia humana es el nitrógeno líquido. El nitrógeno líquido tiene una temperatura de -196°C, lo que lo convierte en un medio ideal para enfriar el cuerpo humano. Cuando se expone al nitrógeno líquido, el cuerpo se enfría rápidamente y la actividad metabólica se ralentiza, lo que reduce la necesidad de oxígeno y energía.

Tanque de nitrógeno líquido
Tanque de nitrógeno líquido.

Otro elemento químico utilizado en la criogenia humana es el argón líquido. El argón líquido tiene una temperatura aún más baja que el nitrógeno líquido, alcanzando una temperatura de -186°C. Esto lo hace ideal para enfriar el cuerpo humano a temperaturas aún más extremas y reducir aún más la actividad metabólica.

Además de estos elementos químicos, también se utilizan otros compuestos químicos en el proceso de criogenia humana. Por ejemplo, se pueden utilizar soluciones “crioprotectoras” que protegen los tejidos del daño causado por el enfriamiento extremo. También se pueden utilizar agentes deshidratantes que eliminan el agua de las células para evitar la formación de cristales de hielo que podrían dañar los tejidos.

Conclusión

Que sepamos de personas que eligen la criogenia como un camino hacia una vida más larga y donde sus enfermedades encuentren cura, nos invitan a reflexionar sobre los límites de nuestra existencia y nuestra búsqueda de trascendencia, una discusión que entra en el aspecto ético.

Aunque su elección suscite debate, estas personas desafían las barreras actuales y nos recuerdan la sed de conocimiento y el deseo humano de explorar nuevos horizontes, incluso en los momentos más inciertos de la historia.


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