¿Qué pasa si metes la cabeza en un acelerador de partículas y te atraviesa un haz de protones? Este científico ruso vivió para contarlo

Cuando Anatoli Bugorski llevaba a cabo las investigaciones para la tesis que le daría el doctorado en el Instituto de Física de Alta Energía de Protvinó, jamás se imaginó la experiencia que viviría: un haz de protones atravesando su cabeza.

La asombrosa historia del científico Anatoli Bugorski

El incidente ocurrió en julio de 1978. En ese momento el aspirante a doctor, Anatoli Bugorski (de 38 años), desarrollaba su tesis en el acelerador de partículas sincrotrón U-70 ubicado en Protvinó, el más potente de la Unión Soviética para ese entonces.

El sincrotrón U-70 fue construido en 1967 en el Instituto de Física de Alta Energía en Protvinó (Rusia)
El sincrotrón U-70 fue construido en 1967 en el Instituto de Física de Alta Energía en Protvinó (Rusia).

Aquel 13 de julio de 1978 Anatoli realizaba algunos chequeos de rutina en las instalaciones cuando se percató que una de las secciones del sincrotrón al parecer no estaba funcionando correctamente y como era de esperarse se acercó para verificar qué era lo que ocurría.

Para verificar el acelerador de partículas introdujo la cabeza en él

Anatoli se acercó al enorme aparato y como medida de precaución verificó que todas las luces de seguridad estaban apagadas, lo que significaba que el sincrotrón estaba apagado y no había riesgo al manipularlo.

Así que tratando de encontrar el inconveniente metió la cabeza en el túnel por donde se mueven los haces de partículas casi a la velocidad de la luz y ocurrió lo impensado. Resulta que las luces de seguridad estaban dañadas y en realidad el acelerador estaba funcionando.

El haz de luz, cargado de radiación, atravesó el cráneo de Anatoli entrando por la parte posterior izquierda de su cabeza (detrás de la oreja), atravesando su cráneo, y saliendo por su rostro a la altura de su nariz. La radiación recibida fue de aproximadamente  2.000 greys, cuando se pensaba que con solo 5 o 6 greys era suficiente para matar a una persona.

Haz de protones atraviesa cerebro de científico ruso
Se puede observar el recorrido que siguió el haz de protones a través de la cabeza de Bugorski.

Fue imposible prever lo que estaba por ocurrir ya que un haz de partículas de ese tipo son totalmente invisibles al ojo humano, además de insonoros.

¿Cuáles fueron las consecuencias de meter la cabeza en un acelerador de partículas?

En entrevistas posteriores Anatoli comentó que observó “un flash más brillante que mil soles”, y además de eso nada. Ningún dolor o malestar que le sugiriera algo grave.

Como si no fuera ya asombroso lo que le ocurrió, luego de sacar la cabeza del acelerador concluyó las reparaciones, volvió a su oficina, apuntó en su agenda el fallo técnico que había reparado y se fue a casa. No le comentó a nadie lo que había pasado.

Recién al día siguiente despertó con la mitad de la cara hinchada, por lo cual fue a una clínica en Moscú para ver le pasaba. Luego de contarle a los médicos el suceso, estos quedaron atónitos con la historia. El análisis médico más especializado demostró que el haz de protones penetró su el lóbulo temporal izquierdo, atravesó el tímpano y salió por la fosa nasal izquierda, aparentemente sin causar daños.

La vida de Anatoli Bugorski posterior a meter la cabeza en un acelerador de partículas

Los daños confirmados del incidente se podrían considerar leves, teniendo en cuenta que pudo haber perdido la vida en ese instante. Presentó parálisis en el lado izquierdo de su rostro, pérdida de la audición en uno de sus oídos y ataques epilépticos esporádicos, pero en cuanto a su capacidad cognitiva no sufrió daño alguno.

Anatoli Bugorski años después del incidente que lo hizo popular.
Anatoli Bugorski años después del incidente que lo hizo popular.

Tal es así que pudo concluir con éxito su tesis doctoral. Además su caso fue ampliamente estudiado por radiólogos y neurólogos de la Unión Soviética en aquel entonces, aunque todo envuelto en un halo de hermetismo, tanto así que recién después de muchos años apenas se supo del incidente a nivel internacional (pero aún hoy quedan detalles sin conocer).

Por si te lo preguntabas, Anatoli sigue vivo a día de hoy y ya tiene 81 años. No hay constancia que certifique que sufrió algún padecimiento a causa de su exposición a la radiación en el sincrotrón U-70.

Para concluir

Queda claro que el caso de Anatoli Bugorski es uno aislado a toda regla y sentido común. Por el simple hecho de que este hombre haya sobrevivido no quiere decir que sea seguro andar metiendo la cabeza (literalmente) en aceleradores de partículas, aún más si tenemos en cuenta que a día de hoy este tipo de instrumentos científicos son cada vez más potentes. Sin embargo, lo ocurrido Bugorski deja claro que el camino de la ciencia está lleno de acontecimientos curiosos y asombrosos, algunos para bien y otro no tanto.


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