Que una compañía te “regale” dinero es algo bastante raro, y si se trata de un gigante tecnológico podríamos pensar que es menos posible aún, pero le pasó a Google con casi un cuarto de millón de dólares.
El afortunado (y sorprendido) beneficiario de Google
El protagonista de esta curiosa historia es Sam Curry, un ingeniero de seguridad que trabaja para la compañía Yuga Labs (y quién se hace llamar a sí mismo un hacker). El hombre dice que un día común y corriente despertó y encontró en su cuenta de ahorros 249.999 dólares emitidos por ‘Google Llc Edi Pymnts’, los cuales no tenían una explicación aparente, pues no había prestado servicios al gigante tecnológico de Mountain View.
Si bien el informático suele recibir pagos como resultado de soportes en materia de seguridad informática que les brinda a diferentes compañías, dijo no encontrar relación entre sus trabajos y la suma tan grande depositada en su cuenta bancaria, por lo que estaba seguro que se trataba de un error.
En un principio Google no daba respuesta
Lo anecdótico es que a pesar de que Curry trató de contactarse con alguien de Google, no obtuvo respuesta, hasta que decidió subirlo a su cuenta de Twitter, desde dónde se viralizó y finalmente se pudo poner en contacto con la compañía. En ningún momento la intención de Curry era apropiarse de ese dinero.
“Han pasado poco más de 3 semanas desde que Google me mandó, arbitrariamente, $249,999 dólares y aún no escucho nada en el ticket de soporte. ¿Hay alguna forma en la que podamos ponernos en contacto, Google?
(Está BIEN si no lo quieres devuelta)”.
La réplica de la gran G
Un vocero de Google dio a conocer que el equipo de la compañía realizó un pago a la persona incorrecta a causa de un error humano, pero más allá de eso no dijeron nada más. Lo cierto es que en el tiempo que Curry tuvo el dinero en su cuenta, no tocó ni un centavo.
Como usuarios de servicios en internet solemos ver a estos gigantes tecnológicos (como Google, Amazon, Apple, etc) como compañías cuyas medidas de seguridad son impenetrables y no hay margen para los errores, pero olvidamos que detrás de esa imagen hay personas y como tales están propensas a cometer errores. Ya ha pasado anteriormente en otras compañías y en esta ocasión le tocó a la gran “G”.
Los gigantes tecnológicos y la seguridad
En la era de la tecnología y la información, confiamos cada vez más en los gigantes tecnológicos para llevar a cabo tareas diarias, como buscar información, mantenernos conectados con amigos y familiares, y comprar productos en línea. Sin embargo, a pesar de su inmensa capacidad y sofisticación, estas empresas no están exentas de errores humanos.
Uno de los errores más comunes que ocurren en estas empresas es el mal funcionamiento de los algoritmos. A menudo, estas compañías utilizan algoritmos complejos para analizar y clasificar enormes cantidades de datos, pero a veces estos algoritmos cometen errores en la clasificación o análisis de la información, lo que puede llevar a resultados incorrectos o perjudiciales.
Otro error común es la filtración de datos. Las empresas tecnológicas tienen acceso a grandes cantidades de información personal, como nombres, direcciones, números de teléfono y detalles de tarjetas de crédito, y aunque tienen medidas de seguridad para proteger esta información, a veces pueden ocurrir brechas de seguridad que exponen datos sensibles.
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