Científicos secuencian el genoma de una medusa inmortal y nos acercan al sueño de retrasar el envejecimiento

La búsqueda de la ciencia para prolongar la vida humana y quizás incluso alcanzar la inmortalidad ha sido un tema apasionante a lo largo de la historia.

A medida que nuestra comprensión de la genética avanza, los científicos han explorado la posibilidad de utilizar la investigación del genoma de otras especies como una herramienta para alcanzar estos objetivos.

La ciencia tras la inmortalidad gracias a las medusas

El genoma, que es el conjunto completo de genes de un organismo, contiene información vital sobre el funcionamiento de cada ser vivo. Mediante el estudio minucioso de los genomas de diferentes especies, los científicos pueden descubrir genes específicos que están asociados con la longevidad y la resistencia a enfermedades.

Científico manipulando el ADN
La investigación del genoma de otras especies en las últimas décadas ha permitido a los científicos comprender mejor cómo funcionan ciertos procesos y características, y en un futuro, utilizarlo a favor de la salud humana.

Antes de que pienses que finalmente la ciencia ha descubierto la tan ansiada fórmula de la eterna juventud que tanto se muestran en la ciencia ficción, te contamos realmente de qué se trata esta noticia.

Este importante avance científico ha sido posible gracias a un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo, quienes han logrado secuenciar el genoma de este interesante animal que tiene la capacidad casi “mágica” de dar marcha atrás en su proceso de envejecimiento una vez que alcanza la madurez o cuando se encuentra en un entorno que no le es favorable o podría correr riesgo.

Sin duda una maravilla de la evolución.

La medusa inmortal: un animal fascinante con un genoma único

La especie en cuestión es la pequeña medusa Turritopsis dohrnii de solo 7 milímetros de tamaño y que puede ser encontrada en el océano Pacífico, pasando por el Mar Caribe y también en el Mediterráneo, con lo que queda claro que no se trata de algún espécimen extraño sino todo lo contrario.

Curiosamente, este tipo de seres vivos no cuenta ni con cerebro ni con corazón, pero tiene una habilidad biológica que muchos sin duda envidiarían, la de ser inmortal.

Su secreto, poder “invertir” su reloj biológico

Ciclo de crecimiento en el que la medusa Turritopsis dohrnii
Ciclo de crecimiento en el que la medusa Turritopsis dohrnii revierte su reloj biológico luego de alcanzar su madurez sexual. Créditos: PNAS

Esta medusa pertenece a una familia de seres vivos que pueden prolongar su vida por periodos realmente largos, sin embargo, Turritopsis dohrnii va un paso más allá, pues alcanza la inmortalidad.

¿Cómo lo hace? No es que la medusa pueda envejecer eternamente, como si su edad fuera infinita, sino que su “secreto” le permite volver a una etapa temprana de su vida cuando llega a cierta edad, para volver a crecer una vez más.

Lo impresionante de todo esto es que puede repetir el proceso las veces que quiera, es decir, repetir su ciclo de vida una y otra vez, claramente, su fascinante habilidad no la libra de otros peligros, como ser parte del menú de otros animales más grandes.

En ese caso no hay inmortalidad que valga.

La clave de la longevidad: un descubrimiento valioso de la investigación en medusas y otros animales longevos

A pesar de lo asombroso del logro, los científicos anteriormente ya habían investigado a otros “pesos pesados” en longevidad, aunque mucho más grandes y familiares, como son las ballenas boreales (balaena mysticetus) con la capacidad de vivir hasta dos siglos, o las famosas tortugas gigantes de galápagos, las cuales superan fácilmente el siglo de vida. Ambas especies de las más sorprendentes de la naturaleza.

Ballena boreal
Ballena boreal (balaena mysticetus).

Gracias a estas investigaciones pudieron tener la suficiente información y conocimientos previos para poder llevar a cabo exitosamente la investigación con las medusas, a pesar de la gran diferencia que hay entre las medusas y las dos especies mencionadas en este párrafo.

La investigación, además, demostraría que no existe una clave única para su inmortalidad, sino que se trata de una serie de factores y mecanismos que actúan coordinadamente, algo que sin duda es un descubrimiento valioso.

La investigación de la Universidad de Oviedo sobre la medusa inmortal: ¿un paso hacia la comprensión del envejecimiento humano?

Carlos López-Otín, uno de los científicos detrás de la investigación, afirma que su trabajo no va detrás de la inmortalidad humana, como se ha dado a conocer en diferentes publicaciones, sino comprender la clave de estos fascinantes procesos de plasticidad celular que permiten a Turritopsis dohrnii dar marcha atrás en su reloj biológico cuando lo requiera.

Además, la distancia filogenética (diferencia de especie biológica) entre una medusa y un ser humano es bastante grande, pero de todos modos la investigación permitirá identificar determinados genes relevantes y específicos que participan en el proceso de rejuvenecimiento, y con ello investigar su papel y su función en los seres humanos y en otras especies.

La investigación ha sido publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y lleva por título “Comparative genomics of mortal and immortal cnidarians unveils novel keys behind rejuvenation” .

Puedes leerla completa (inglés) en el siguiente enlace.

Conclusión

El descubrimiento del genoma de la medusa Turritopsis dohrnii, que tiene la habilidad de revertir su proceso de envejecimiento, ha sido un avance científico significativo en el campo de la biología.

Aunque no se trata de la fórmula mágica de la eterna juventud, este estudio puede ayudar a comprender mejor los procesos de rejuvenecimiento y plasticidad celular en otras especies, incluyendo los seres humanos.


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