Dormir lo necesario cada noche es parte de una rutina saludable, ya que nos permitirá rendir más eficientemente a lo largo del día en nuestras diferentes actividades, esto lo sabemos por sentido común.
Pero no solo se trata del tiempo de sueño, sino también de la calidad del mismo, es por ello que en algunas ocasiones a pesar de haber dormido siete u ocho horas, despertamos agotados o con dolor de cabeza; y sumémosle a eso el estrés y la ansiedad del día a día, definitivamente nada bueno para nuestra salud.
Cómo el uso de antifaz mejora la calidad del sueño según la ciencia
Sabemos que muchas personas se valen de todo tipo de ayudas para mejorar su descanso, que pueden ir desde la música relajante hasta medicación prescrita, y entre ellas una de las más comunes es el uso de antifaces, pues evita que las fuentes de luz perjudiquen la calidad del descanso.
Según estudios científicos, el uso de antifaz puede mejorar la calidad del sueño, ya que ayuda a bloquear la luz que puede interferir en el ciclo del sueño y en la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño y el despertar.
Además, el uso de antifaz durante el sueño profundo también puede ayudar a prolongar la fase de sueño de ondas lentas o fase No-REM 3, que está relacionada con la mejora de la memoria, el crecimiento y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Un estudio reciente realizado por investigadores de instituciones del Reino Unido, Italia y Estados Unidos demostró que el uso de antifaz para dormir puede tener efectos positivos a nivel cognitivo, mejorando la capacidad de aprendizaje, el estado de alerta y la memoria episódica.
Es importante destacar que el uso de antifaz para dormir no es una solución única para mejorar la calidad del sueño, sino que debe formar parte de un conjunto de hábitos saludables como mantener una rutina de sueño regular, evitar el consumo de cafeína o alcohol antes de dormir, y mantener un ambiente de sueño adecuado y confortable.
El uso de antifaz para dormir y su impacto en la memoria y el aprendizaje
El estudio realizado por investigadores de instituciones del Reino Unido, Italia y Estados Unidos (y publicado en la revista Sleep) se dividió en dos etapas, con lo cual buscaban precisar con más detalle cómo beneficia cognitivamente el uso de antifaz al dormir.
En la primera etapa se reclutó a 89 personas de entre 18 y 35 años para una investigación que duró dos semanas, la primera semana (experimental) los colaboradores utilizaron antifaz para dormir por la noche cinco días seguidos, luego vinieron dos días de pruebas.
Para la segunda semana, los colaboradores NO utilizaron antifaz por la noche cinco días seguidos, y después tuvieron dos días de pruebas.
¿Qué se observó?
Una vez terminada la primera etapa, los resultados mostraron que en los días de prueba de la semana donde utilizaron antifaz para dormir, los participantes mostraron mayor rendimiento de aprendizaje en una tarea de emparejamiento de palabras, además de respuestas más rápidas en una prueba de vigilancia psicomotriz donde los investigadores evaluaban el estado de alerta y la atención sostenida.
Para la segunda etapa se volvió a reclutar a un grupo de participantes, pero esta vez fueron 33, de entre 18 y 35 años. Para esta etapa la prueba cambió, ahora los colaboradores durmieron dos noches con antifaz, y luego otras dos con un antifaz que tenía recortada la zona que iba sobre los ojos, es decir, estos no estaban cubiertos.
Para obtener resultados precisos, los investigadores utilizaron fotómetros digitales en la habitación y colocaron diademas de EEG a los participantes para monitorizar las fases de su sueño mientras dormían.
Los resultados fueron sorprendentes. A pesar de no tener los ojos cubiertos, los participantes presentaron un mejor rendimiento para el aprendizaje, un mejor estado de alerta y una mejor codificación de la memoria episódica.
Con toda la información reunida, los especialistas pudieron comprender mejor el motivo y la relación entre usar antifaz para dormir y el mejor rendimiento cognitivo posterior, quienes usan antifaz y quienes no, suelen dormir casi el mismo tiempo, ¿entonces dónde está la diferencia? ¡En la fase más profunda del sueño!
La fase de sueño No-REM 3 y su relación con el uso de antifaz
Usar antifaz no hace dormir más, pero se observó que sí prolonga más la fase de sueño de ondas lentas o fase No-REM 3, suele estar asociada a la mejora de la memoria, el crecimiento e incluso con el fortalecimiento del sistema inmune.
Las conclusiones de la investigación confirman lo que ya se sabía previamente: la luz no es precisamente el mejor aliado a la hora de dormir, y que tener alguna fuente cercana cuando vamos a la cama, como un televisor o una lámpara demasiado potente, no nos permitirá descansar del todo bien.
Por ello, si eres de quienes ya utiliza antifaz para dormir desde hace tiempo, esta investigación confirma que estabas haciendo lo correcto, y si eres de quienes no usan, entonces deberías darle una oportunidad porque tu salud te lo agradecerá.
Conclusión
Un estudio reciente que respalda el uso de antifaces para mejorar la calidad del sueño, y cómo esto también tiene efectos positivos a nivel cognitivo, se dividió en dos etapas y se observó que el uso de antifaz prolonga la fase de sueño de ondas lentas o fase No-REM 3, que está asociada a la mejora de la memoria, el crecimiento y el fortalecimiento del sistema inmune.
Además, se demostró que los participantes que usaron antifaz para dormir presentaron un mejor rendimiento de aprendizaje en una tarea de emparejamiento de palabras, un mejor estado de alerta y una mejor codificación de la memoria episódica.
El uso de antifaces para dormir puede mejorar la calidad del sueño y tener efectos positivos en el rendimiento cognitivo, lo que puede ser beneficioso para nuestra salud en general.
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