¿Cómo cuido mi cerebro ahora que soy joven para no sufrir alguna enfermedad neurodegenerativa en mi vejez? Estos hábitos y sugerencias te pueden servir

La salud cerebral y mental es una de las preocupaciones más importantes de nuestra sociedad actual, vivimos rodeados de situaciones que nos llenan de estrés y ansiedad.

El cuidado del cerebro: un tema no menor

Queda claro que actualmente estamos constantemente siendo “atacados” por cientos y hasta miles de estímulos provenientes del entorno que no hacen más que acelerar nuestros procesos mentales (perjudicialmente en muchos casos).

Durante la juventud y la adultez, es esencial mantener nuestro cerebro en buena forma para evitar enfermedades neurodegenerativas que puedan afectarnos una vez que lleguemos a la tercera edad.

La buena noticia es que cuidar el cerebro no requiere de grandes esfuerzos (salvo que tengamos algún padecimiento neurológico previamente diagnosticado), sino más bien de hábitos saludables a diario y de una actitud proactiva.

Aquí algunas sugerencias y buenas prácticas básicas que puedes comenzar a poner en práctica hoy mismo para mantener un cerebro sano y prevenir enfermedades neurodegenerativas en la vejez.

1. Hacer ejercicio físico y mental

Hombre y mujer haciendo ejercicio en el parque
Tener el hábito del ejercicio cuesta al principio para quienes jamás lo tuvieron, pero con disciplina se puede lograr.

La actividad física no solo es importante para mantener un cuerpo saludable, sino que también puede mejorar la salud cerebral, según un estudio publicado en la revista Neurology, el ejercicio físico moderado está asociado con una reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

El ejercicio físico ayuda a mejorar la circulación sanguínea en el cerebro, lo que a su vez aumenta la producción de neurotrofinas, proteínas que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células cerebrales.

Además, el ejercicio mental también es importante para mantener el cerebro activo y en forma.

Actividades como leer, escribir, hacer crucigramas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical son excelentes formas de mantener el cerebro en forma y prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Según un estudio publicado en la revista Neurology, la actividad mental intensa en la edad adulta se asocia con una reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

2. Mantener una dieta saludable

Mujer comiendo saludablemente una ensalada
En un principio comer sano puede costar, ya que estamos acostumbrados y rodeados de comida chatarra.

La alimentación es otro factor importante para la salud cerebral, según un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, una dieta mediterránea está asociada con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

La dieta mediterránea se caracteriza por un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, pescado, aceite de oliva y frutos secos, y un bajo consumo de carnes rojas y productos lácteos.

Algunos alimentos que son especialmente beneficiosos para el cerebro incluyen los pescados ricos en omega-3, como el salmón y la sardina, que contienen ácidos grasos esenciales para el cerebro.

También se ha demostrado que las bayas, las verduras de hojas verdes y los frutos secos son beneficiosos para la salud cerebral debido a su contenido de antioxidantes y vitaminas.

3. Dormir bien

Mujer durmiendo en una cama blanca
Un buen descanso asegurará una buena salud física y mental a largo plazo.

El sueño es esencial para el buen funcionamiento del cerebro, durante el sueño, se consolida la memoria y se eliminan las toxinas que se acumulan en el cerebro durante el día, por lo que trasnocharse viendo la pantalla del celular puede resultar dañino para tu cerebro a largo plazo, además que para tus ojos, claro.

Según un estudio publicado en la revista Neurology, la falta de sueño está asociada con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Es importante dormir entre 7 y 9 horas diarias y mantener un horario regular de sueño, para asegurarse de que el cuerpo y el cerebro tengan suficiente tiempo para descansar y recuperarse.

También se recomienda evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que la luz azul que emiten puede afectar el ciclo del sueño. Incluso se recomienda el uso de antifaz.

4. Reducir el estrés

Mujer joven meditando frente a una laptop
Es importante encontrar momentos para “desconectarnos” del mundo y relajar nuestra mente.

El estrés crónico puede tener efectos negativos en el cerebro, según un estudio publicado en la revista PLOS One, el estrés crónico está asociado con una reducción del volumen de ciertas áreas cerebrales y una disminución en la capacidad cognitiva.

Por lo tanto, es importante encontrar formas de reducir el estrés en nuestra vida diaria, esto podría resultar difícil o incluso imposible para algunas personas por su estilo de vida, trabajo o estudios, en esos casos lo recomendable sería ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra.

Algunas técnicas que pueden ayudar a reducir el estrés incluyen la meditación, el yoga, la respiración profunda y la relajación muscular progresiva.

También es importante encontrar tiempo para actividades que disfrutemos y que nos hagan sentir bien, como leer un libro, escuchar música o pasar tiempo al aire libre.

5. Mantener relaciones sociales

Jóvenes conversando en un parque
Deberíamos trata de reunirnos con nuestras amistades regularmente.

La interacción social también es importante para la salud cerebral, según un estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry, las personas que tienen una vida social activa tienen un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

La interacción social ayuda a estimular el cerebro y a mantenerlo activo y en forma.

Para mantener relaciones sociales saludables, es importante mantener el contacto con amigos y familiares, participar en actividades en grupo y ser parte de una comunidad, también se recomienda tratar de conocer nuevas personas y ampliar nuestro círculo social.

Si eres una persona no muy sociable por naturaleza y que disfruta más de su tiempo a solas, sería bueno encontrar un equilibrio con la socialización.

¿Cuáles son las enfermedades neurodegenerativas que podríamos sufrir en la vejez?

Anciano agarrándose la cabeza
Es importante cuidar nuestro cerebro durante la juventud para evitar las enfermedades neurodegenerativas cuando estemos en la tercera edad.

Como conocimiento básico, recordemos que las enfermedades neurodegenerativas son un conjunto de trastornos que afectan a nuestro sistema nervioso y que pueden producir cambios en el comportamiento, la memoria y la coordinación motora.

Suelen ser más comunes en personas mayores y pueden tener un impacto significativo en su calidad de vida, aquí las más comunes:

La enfermedad de Alzheimer

Es una de las enfermedades neurodegenerativas más conocidas y comunes en personas mayores, se caracteriza por un deterioro progresivo de la memoria, la capacidad de razonamiento y la habilidad para realizar actividades cotidianas.

Los síntomas pueden comenzar con dificultades para recordar cosas simples y progresar hasta la pérdida total de la memoria y la capacidad para comunicarse. Por el momento no existe una cura para esta enfermedad, pero los tratamientos pueden ayudar a retrasar los síntomas.

Afortunadamente, las investigaciones alrededor de esta enfermedad permiten entender cada vez mejor sus causas y orígenes, lo que puede sentar las bases científicas y médicas para una futura cura.

La enfermedad de Parkinson

Es otra enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema nervioso y se caracteriza por temblores, rigidez muscular y problemas para caminar y hablar (habilidades motoras en general).

Los síntomas pueden comenzar con un temblor en una mano y progresar hasta afectar todo el cuerpo, a medida que la enfermedad avanza, también puede haber cambios en el comportamiento y en la capacidad para pensar con claridad.

No existe una cura para la enfermedad de Parkinson, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y devolverle así cierta autonomía al paciente.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Stephen Hawking en su silla de ruedas equipada con una computadora que le permitía comunicarse. Créditos a su respectivo autor.

Es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las células nerviosas encargadas de controlar los músculos voluntario, la enfermedad comienza con debilidad muscular y puede progresar hasta la pérdida total de la capacidad para moverse, hablar y respirar.

Aunque de momento no existe una cura para la ELA, hay tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quien la sufre. Como dato adicional recordar al gran científico británico Stephen Hawking, quien vivió casi toda su vida con ELA, a pesar de ello llegó a ser una de las mentes más brillantes de los últimos años.

Aunque no existe una “fórmula mágica” para prevenir las enfermedades neurodegenerativas, seguir estas sugerencias y buenas prácticas puede ayudar a reducir el riesgo, es importante recordar que estas enfermedades pueden afectar a personas de todas las edades, no solo a los mayores.

Por lo tanto, es importante comenzar a cuidar nuestro cerebro desde temprana edad.

¿Fumar cigarrillo puede perjudicar nuestro cerebro?

Fumar cigarrillo es un hábito perjudicial para la salud en general, lo veas por donde lo veas y, en particular, para nuestro cerebro, el tabaco contiene una gran cantidad de sustancias tóxicas que pueden dañar las células nerviosas y afectar la circulación sanguínea en el cerebro.

Como resultado, fumar cigarrillo puede aumentar el riesgo de padecer diversas enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Por ejemplo, el consumo de tabaco se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cerebrovasculares, como el famoso accidente cerebrovascular (ACV) y la enfermedad de las arterias coronarias.

El tabaco puede estrechar las arterias que llevan sangre al cerebro, lo que puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y otros problemas circulatorios que pueden dañar el cerebro.

Además, el consumo de tabaco también está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo Alzheimer y Parkinson, de las que ya hablamos aquí.

Por otro lado, también se ha demostrado que fumar cigarrillo puede empeorar los síntomas de trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.

La nicotina presente en el tabaco puede afectar la producción de neurotransmisores en el cerebro, lo que puede afectar el estado de ánimo y la función cognitiva.

Conclusión

La buena noticia es que cuidar el cerebro no requiere de grandes esfuerzos, sino más bien de hábitos saludables a diario y de una actitud proactiva, algunas sugerencias y buenas prácticas básicas incluyen hacer ejercicio físico y mental, mantener una dieta saludable, dormir bien, reducir el estrés y mantener relaciones sociales.

Estas prácticas pueden ayudar a mantener el cerebro en buena forma y prevenir enfermedades neurodegenerativas en la vejez.

La salud cerebral y mental es una de las preocupaciones más importantes de nuestra sociedad actual, ya que vivimos rodeados de situaciones que nos llenan de estrés y ansiedad, además de estar constantemente siendo “atacados” por estímulos del entorno que aceleran nuestros procesos mentales perjudicialmente.


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