¿Has experimentado alguna vez la sensación de que no mereces el éxito que has alcanzado? ¿Te has sentido como un fraude, esperando ser descubierto en cualquier momento? Si es así, podrías estar sufriendo del síndrome del impostor.
Este fenómeno psicológico afecta a personas de todas las edades y profesiones, incluso a aquellos que parecen tenerlo todo bajo control.
Primero que nada, ¿de qué se trata?
Seguramente entraste por la duda, bueno, aquí te lo contamos sin más espera. El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que una persona siente que está engañando a los demás sobre sus habilidades, conocimientos, aptitudes o logros, y que en cualquier momento podría ser descubierta como un “impostor” y ser juzgada por ello.
Es una sensación bastante común entre personas exitosas que han alcanzado logros importantes, especialmente en ámbitos académicos y profesionales, y si no se trata adecuadamente y a tiempo puede tener graves consecuencias en la salud mental de la persona.
¿Cómo nos damos cuenta que estamos sufriendo del síndrome del impostor?
No es tan difícil, solo basta con tomar un momento para analizarnos. Se caracteriza por presentar constantemente una serie de pensamientos y sentimientos negativos hacia uno mismo, como por ejemplo la sensación de no ser merecedor del éxito que se ha obtenido, la creencia (errónea obviamente) de que el éxito que se tiene hasta ese momento solo es fruto de la suerte y la casualidad, pero no del esfuerzo y trabajo.
Todo ello lleva a un constante miedo de ser descubierto como un fraude, una sensación que poco a poco podría afectar nuestra salud y estabilidad emocional y hasta física, además de nuestro rendimiento y productividad. También se puede manifestar en forma de ansiedad, depresión y baja autoestima ya que está estrechamente asociado a lo anterior.
¿Qué lo podría causar o desencadenar?
Las causas del síndrome del impostor pueden ser complejas y suelen variar de una persona a otra. Sin embargo, algunos factores comunes incluyen una educación o crianza que enfatiza la perfección y demasiada exigencia, una falta de confianza en uno mismo (lo cual está ligado a una falta de autoestima) y una comparación constante con los demás, un pensamiento que lamentablemente a veces se interioriza desde el hogar.
Desafortunadamente también hay una relación con el género, ya que las mujeres suelen ser más propensas a sentirse impostores que los hombres. Factores que dificultan más esta situación son la brecha salarial, por ejemplo.
Veamos algunas consecuencias del síndrome del impostor
Uno de los mayores problemas de quien sufre del síndrome del impostor es que puede dificultar su capacidad para disfrutar del éxito que está logrando en la vida y esto conlleva a no poder progresar en su carrera como lo quisiera. Puede llevar a la persona a no aceptar promociones, oportunidades o nuevos desafíos al no sentirse capaz o incluso digno de merecerlo. La inseguridad se presenta en todos los aspectos de su vida.
Otra consecuencia común es que quien lo sufre suele evitar el reconocimiento público (porque siente que no lo merece y por su falta de confianza en sí mismo) y a no pedir ayuda cuando la necesita por temor a que se la nieguen.
¿Se puede superar y curar?
Para superar el síndrome del impostor, es vital comenzar por reconocer y aceptar que lo sufrimos. Es importante recordar que todos cometemos errores y que el éxito NO es un indicador de perfección, sino de trabajo constante, disciplina y aprendizaje.
También es importante trabajar en la confianza en uno mismo y en la autoestima (con ayuda profesional si es necesario), así como aprender a aceptar sanamente el feedback y el elogio de los demás. Otro punto fundamental es saber aceptar la ayuda de los otros y pedir feedback también puede ser útil, ya que te ayudará a tener una perspectiva más realista de tus habilidades y logros.
Otra forma de superarlo es aprender a dar crédito a tus propios logros y méritos. A menudo, las personas con el síndrome del impostor tienden a minimizar sus propios logros y éxitos, y los atribuyen a la suerte, el azar o a otros factores externos (como que cualquier otra persona también lo hubiera hecho). Es importante recordar que tus logros son el resultado de tu trabajo duro y esfuerzo, esto además alimentará tu autoestima.
También es importante aprender a manejar el estrés y la presión, ya que estos pueden exacerbar los sentimientos de impostura. Esto puede incluir aprender técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, y aprender a priorizar el tiempo para ti mismo y para la relajación. En este punto sí podría ser necesario buscar ayuda profesional ya que el estrés o la ansiedad son factores que a veces es complicado manejarlos individualmente.
Finalmente, es importante rodearse de personas positivas y que te den su apoyo y el lugar que mereces. A menudo, las personas con el síndrome del impostor tienden a compararse con los demás y a sentirse inferiores a quienes están en su entorno. Al rodearse de personas que te apoyen y te alienten, te ayudará a sentirte más seguro y confiado en tus habilidades y logros.
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