El mundo antiguo nos dejó un legado impresionante en diferentes formas: conocimiento, sociedad, arte, ciencia y también en forma de grandes obras arquitectónicas que aún hoy en día nos maravillan.
Estas construcciones, conocidas como las siete maravillas del mundo antiguo, son testimonio del ingenio y la habilidad de las civilizaciones antiguas.
En esta ocasión hablaremos un poco de cada una de ellas para que las conozcas (en caso de que no hayas escuchado nunca antes nada) o aprendas algo nuevo.
La Gran Pirámide de Guiza
La Gran Pirámide de Guiza es la única de las siete maravillas que aún se conserva en gran parte. Construida alrededor del 2560 a.C., fue erigida como tumba para el faraón Khufu. Esta majestuosa pirámide de piedra caliza se eleva a una altura de aproximadamente 147 metros y fue la estructura más alta del mundo durante más de 3.800 años. Su precisión y tamaño monumental siguen siendo un misterio para los arqueólogos y científicos modernos. Visitarla y conocerla debe ser uno de los objetivos de toda persona que busca conocer de lo que es capaz la humanidad.
Los Jardines Colgantes de Babilonia
Los Jardines Colgantes de Babilonia, construidos en el siglo VI a.C., fueron una maravilla de la arquitectura y la ingeniería. Estos jardines fueron creados para la reina Amytis de Babilonia y se componían de terrazas elevadas que se sostenían sobre columnas y estaban cubiertas de exuberante vegetación. Aunque no se ha encontrado evidencia arqueológica que confirme su existencia, los relatos antiguos describen estos jardines como un espectáculo impresionante.
Aunque estos jardines fueron descritos en la antigüedad como una maravilla arquitectónica, su paradero exacto ha sido objeto de debate y especulación a lo largo de los años. Algunas teorías sugieren que los jardines podrían haber estado cerca de la antigua ciudad de Babilonia, en lo que hoy es Irak. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado ninguna evidencia física que confirme su ubicación precisa.
La Estatua de Zeus en Olimpia
La Estatua de Zeus en Olimpia, creada por el escultor Fidias en el siglo V a.C., era una obra maestra de la escultura griega. Esta estatua gigantesca, hecha de marfil y oro, medía aproximadamente 12 metros de altura y representaba al dios griego Zeus sentado en un trono. Aunque la estatua fue destruida en la antigüedad, su impacto en el arte y la cultura griega ha perdurado a lo largo de los siglos. Estaba ubicada en la región de Élide, lo que actualmente es Grecia.
El Templo de Artemisa en Éfeso
El Templo de Artemisa en Éfeso, construido en el siglo VI a.C., fue uno de los templos más grandes y magníficos de la antigüedad. Este templo estaba dedicado a la diosa griega Artemisa y se caracterizaba por su impresionante tamaño y su decoración exquisita. A lo largo de los años, el templo sufrió varios incendios y reconstrucciones, hasta que finalmente fue destruido en el siglo V d.C. El templo contaba con 127 columnas de mármol, cada una de aproximadamente 20 metros de altura, y estaba adornado con esculturas y relieves elaborados. Se ubicaba en la antigua ciudad de Éfeso, en lo que ahora es la moderna Turquía.
El Mausoleo de Halicarnaso
El Mausoleo de Halicarnaso, construido en el siglo IV a.C., fue un monumento funerario impresionante que honraba al rey Mausolo. Esta estructura imponente, con una altura de aproximadamente 45 metros, estaba adornada con esculturas y relieves magníficos. Fue un hito arquitectónico que demostraba la grandiosidad y el esplendor de las civilizaciones antiguas. Aunque lamentablemente ya no existe, su legado perdura en la historia y sigue cautivando nuestra imaginación. Se ubicaba en lo que hoy en día es la ciudad de Bodrum, en la costa suroeste de Turquía.
El Coloso de Rodas
El Coloso de Rodas fue una gigantesca estatua de bronce que se encontraba en la isla de Rodas en el siglo III a.C. La estatua representaba al dios griego Helios y se erigía en la entrada del puerto de la ciudad. Con una altura estimada de 33 metros, esta escultura era considerada una maravilla de la ingeniería de la época. Desafortunadamente, el Coloso de Rodas fue destruido por un terremoto aproximadamente 56 años después de su construcción, a pesar de ello su ubicación en la entrada del puerto de la ciudad sigue siendo un lugar histórico y simbólico en la isla de Rodas.
El Faro de Alejandría
El Faro de Alejandría, construido en el siglo III a.C., fue una de las estructuras más altas de la antigüedad, con una altura estimada de entre 115 y 135 metros. Este faro se encontraba en la isla de Faros, cerca de la ciudad de Alejandría en Egipto, y servía como guía para los barcos que se acercaban al puerto. El faro estaba construido principalmente de piedra y se cree que estaba coronado por una gran esfera de bronce que reflejaba la luz solar durante el día y emitía fuego durante la noche.
Conclusión
Las siete maravillas del mundo antiguo siguen cautivando nuestra imaginación y asombrándonos con su grandeza y esplendor. Estas extraordinarias obras arquitectónicas son testigos silenciosos de la habilidad y la creatividad de las civilizaciones antiguas, y nos recuerdan la capacidad humana para crear maravillas que resisten el paso del tiempo.
Aunque algunas de estas maravillas han desaparecido, su legado perdura, inspirándonos a explorar y admirar los logros extraordinarios de nuestros antepasados.
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