El hallazgo se realizó en un yacimiento de oro de la zona del Yukón. Al parecer tenía apenas 1 mes de vida cuando murió y quedó atrapada en el permafrost, lo que permitió su excepcional nivel de conservación.
Un tesoro congelado en el tiempo
Un emocionante hallazgo arqueológico dejó boquiabiertos a los científicos en Yukón, Canadá. Se trata de los restos preservados de un bebé mamut, que vivió hace más de 30.000 años, siendo descubierto en lo que se considera el hallazgo más completo de este tipo en América del Norte.
Este mamífero prehistórico, apodado “Nun cho ga” (que significa gran animal bebé) por los miembros de la tribu hän, fue encontrado en un estado de momificación casi perfecto, gracias al permafrost que lo mantuvo congelado durante milenios. Este tierno mamut tenía entre 30 y 35 días de vida en el momento de su fallecimiento, según los expertos que han estudiado el caso.
El equipo de investigadores reveló que el bebé mamut vivía en compañía de caballos salvajes, leones de las cavernas y bisontes esteparios gigantes que poblaron la región del Yukón hace milenios. Es fascinante imaginar la vida en la prehistoria a través de este descubrimiento, que ofrece una ventana al pasado desconocido de esta área de Canadá y en general del continente americano.
Un tesoro cultural para las primeras naciones del Yukón
El descubrimiento de Nun cho ga desencadenó una ola de emoción y orgullo entre los miembros de las Primeras Naciones que han habitado la región del río Yukón durante miles de años. Los ancianos de los Tr’ondëk Hwëch’in, un grupo indígena que ha mantenido viva su cultura y tradiciones a lo largo de los siglos, bautizaron a la cría de mamut con un nombre que refleja su importancia y grandeza en su lengua hän.
La jefa de los Tr’ondëk Hwëch’in, Roberta Joseph, expresó su gratitud y asombro ante este descubrimiento sin precedentes, calificándolo como “una recuperación notable para nuestra Nación”. Este hallazgo no solo proporciona información invaluable sobre la historia natural de la región, sino que también refuerza el vínculo entre las comunidades indígenas y su tierra ancestral.
Colaboración para preservar el legado ancestral
El descubrimiento de Nun cho ga también suscitó un espíritu de colaboración entre los líderes de las Primeras Naciones y el gobierno de Yukón. Ambas partes están comprometidas en avanzar con estos restos de una manera que respete las tradiciones, la cultura y las leyes de los pueblos originarios.
Roberta Joseph subrayó la importancia de seguir el consejo de los ancianos en este proceso, asegurando que se honrará adecuadamente el legado de Nun cho ga y se preservará su historia para las generaciones futuras. Esta colaboración ejemplar demuestra el valor del respeto mutuo y la cooperación en la gestión de descubrimientos arqueológicos de gran importancia cultural.
Una ventana al pasado prehistórico
El bebé mamut Nun cho ga ofrece una fascinante visión del pasado prehistórico de América del Norte. Con su piel aún intacta y mechones de cabello adheridos al cuerpo, este antiguo mamífero nos conecta con un mundo que existió hace más de 30.000 años, poblado por criaturas impresionantes que ahora solo podemos imaginar.
Los científicos continuarán estudiando los restos de Nun cho ga para desentrañar más secretos sobre su vida y el entorno en el que vivió. Cada hallazgo arqueológico como este nos acerca un poco más a comprender la rica historia natural y cultural de nuestro planeta, y nos recuerda la importancia de preservar y proteger nuestro patrimonio para las generaciones venideras.
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