Entre las formas típicas para “irse de este mundo” están el entierro tradicional en una tumba o la cremación con fuego, pero esta novedosa técnica poco a poco se abre paso y gana popularidad.
Más allá de la vida, una elección ecológica
El fallecimiento del clérigo sudafricano Desmond Tutu a finales de 2021 no solo dejó un vacío en el ámbito religioso y de los derechos humanos, sino que también puso de manifiesto una elección poco convencional para su despedida final.
En lugar del tradicional entierro o la cremación con fuego, Tutu optó por la “acuamación”, un método innovador que utiliza agua y químicos alcalinos para descomponer el cuerpo de forma ecológica en cuestión de horas. Esta elección, respaldada por sus convicciones ecologistas, ha puesto sobre la palestra la creciente popularidad de esta alternativa. ¿Te animarías tú?
¿Qué es la acuamación? Detrás del innovador proceso
La acuamación implica sumergir el cuerpo en un cilindro metálico presurizado lleno de una solución líquida de agua y productos químicos alcalinos, como el hidróxido de potasio. Este cilindro se calienta a casi 150 ºC, iniciando un proceso llamado hidrólisis.
Durante horas, los enlaces químicos que componen el cuerpo del difunto se rompen, y la materia orgánica se licúa, dejando solo los huesos intactos. Posteriormente, los huesos se procesan y reducen a polvo, que se coloca en una urna para su entrega a la familia del difunto.
La acuamación y sus ventajas ecológicas y energéticas
Esta técnica no solo representa una forma de decir adiós más respetuosa con el medio ambiente, sino que además ofrece ventajas significativas en términos de eficiencia energética. Empresas especializadas, como Bio-Response Solutions en Estados Unidos, afirman que este proceso utiliza un 90% menos de energía que la cremación con fuego, sin emitir gases de efecto invernadero nocivos.
Por otro lado, la firma Resomation, con sede en el Reino Unido, estima que este método reduce las emisiones de gases nocivos en un 35%, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
A su vez, la Asociación de Cremación de América del Norte (CANA por sus siglas en inglés) sostiene que el efluente resultante de la acuamación, el líquido estéril que contiene sales, azúcares y aminoácidos, es más limpio que la mayoría de las aguas residuales. En algunos casos, este efluente se desvía y se utiliza como fertilizante debido a su contenido de potasio y sodio.
Historia y legalidad de la acuamación a través del tiempo
Aunque la acuamación tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando Amos Herbert Hanson la desarrolló inicialmente para crear fertilizante a partir de cadáveres de animales, su implementación en la industria funeraria es relativamente reciente. No fue hasta 2011 que estados como Ohio y Florida en los Estados Unidos la adoptaron comercialmente, y aún hoy, algunos estados continúan evaluando su viabilidad.
A nivel internacional, países como el Reino Unido, Canadá y los Países Bajos han legalizado gradualmente la acuamación en los últimos años. Sin embargo, en España (por dar otro ejemplo), la legislación aún no permite la adopción generalizada de esta técnica. La aceptación y legalización de la acuamación son pasos cruciales para su integración global como una opción respetuosa con el medio ambiente y sostenible para la despedida final.
Y tú, ¿escogerías la acuamación cuando mueras?
Para concluir
A medida que la sociedad avanza hacia prácticas más respetuosas y sostenibles con el medio ambiente, la acuamación podría convertirse en una opción cada vez más popular para aquellos que desean un adiós que no solo honre su vida, sino también al planeta que dejan atrás.
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